El mítico futbolista alemán del
Bayern de Munich y de la Mannschaft
en la década de los 70 y posteriormente presidente de la entidad muniquesa no
ha podido escapar de la justicia germana hace escasas fechas, pero si esquivó a
la muerte tras un accidente de aviación en 1982.
Ocurrió el 17 de febrero cuando
Hoeness junto a tres amigos se dirigían a Hannover para presenciar el partido
amistoso entre Alemania Occidental y Portugal. Emprendieron viaje desde Munich
a bordo de una Piper Seneca que pilotaba Wolfgang Junginger, un esquiador
alemán que en los Juegos Olímpicos de Innsbruck en 1976 finalizó sexto en la
prueba de slalom. Además también formaban parte de la expedición Thomas Kupfer
y el publicista Helmut Similer.
Fuselaje de la avioneta siniestrada |
Los problemas surgieron tras
intentar tomar tierra en el aeropuerto de Hannover y fracasar en el intento. La
niebla era muy densa y la avioneta chocó con las copas de varios árboles, precipitándose
instantes después en las cercanías de un pantano. En el acto fallecieron
Junginger, Kupfer y Similer mientras que Hoeness que iba dormido en la parte de
atrás salió del amasijo de hierros por su propio pie pero herido. Un
guardabosques que vio como caía el aparato se acercó al lugar del accidente y
encontró al exfutbolista ensangrentado y desorientado.
Trasladado al Hospital de
Hannover le diagnosticaron una fuerte conmoción cerebral, lesiones óseas y un
traumatismo torácico pero su vida no corría peligro. Los investigadores
calificaron como de milagro su supervivencia en un accidente de este tipo,
después de observar como la avioneta había quedado destrozada y los restos
estaban esparcidos en un radio de 100 metros.
Al término del choque entre
teutones y lusos dos amigos y excompañeros suyos, Paul Breitner y Karl-Heinz
Rummenigge fueron a visitarle al hospital en cuanto se enteraron del terrible
suceso. Tiempo más tarde sus allegados afirmaron que el accidente cambió el
carácter del crack del Bayern de Munich, convirtiéndose en una persona más
cercana, sensible y bondadosa.
Hoeness en el hospital |
Las pesquisas continuaron los días
posteriores y un portavoz del aeropuerto de Munich confirmó que no era el
primer accidente en el que se veía envuelto el esquiador Junginger. Un par de
años antes se estrelló al sur de Munich junto a su esposa al quedarse sin
combustible mientras volaban desde Túnez a la capital de Baviera. Por ello
disponía de una licencia eventual para pilotar que sólo le permitía realizar
vuelos de prácticas hasta la recuperación de la licencia definitiva.
Hoeness se recuperó de todas las
lesiones y volvió a nacer aquel 16 de Mayo de 1982. Ahora está recluido en la
cárcel de Landsberg donde deberá cumplir una pena de tres años y medio por un
delito de evasión fiscal. Renunció a su cargo de presidente del Bayern de Munich
y Karl Hopfner le relevó en el puesto.
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