sábado, 29 de agosto de 2015

Joseph Mermans "El bombardero de Merksem"

Uno de los arietes más brillantes que ha dado Bélgica, logró en tres ocasiones el galardón de máximo goleador de la Liga de su país y aún hoy en día es el mejor artillero de la historia del Anderlecht con 249 dianas. Nacido el 16 de febrero de 1922 en Merksem (Bélgica) se desempeñaba como delantero. Artillero puro, potente, muy eficaz y excepcional rematador con ambas piernas y la cabeza, tenía el gol en la mente y siempre buscaba el camino más rápido para lograrlo. Se le conoció con el apelativo de El Bombardero.

A los cuatro años le compraron su primer balón y desde ese momento ya no se separó de él. Hincha del Royal Amberes intentó entrar en las categorías inferiores pero el club lo rechazó. Fue entonces cuando se marchó en 1932 a jugar al Tubantia Borgerhout. Allí pasó toda su adolescencia y jugó en el primer equipo cinco temporadas, desde 1937 a 1942. Uno de sus mejores encuentros lo disputó ante el Merksem en el derbi de la localidad. El resultado fue de 17-0 para su club y Mermans logró la friolera de 10 dianas.
Por entonces ya era conocido en el panorama futbolístico belga y recibió numerosas propuestas interesantes. El Amberes visto su error de no aceptarle años atrás intentó convencerle de su regreso pero no lo consiguieron. El Beerschot ofreció 100.000 francos belgas y cuatro jugadores por su traspaso pero el Tubantia declinó la oferta para no reforzar a un rival de su Liga en la categoría de plata. Finalmente fue el Anderlecht el que firmó su fichaje tras desembolsar 125.000 francos belgas de la época.
En su debut con los capitalinos dejó a las claras lo que iba a demostrar las temporadas venideras en la entidad. En un choque contra La Gantoise hizo un hat-trick y el Anderlecht venció por 6-1. Sin embargo su ficha no estaba tramitada aún y el conjunto MALVA perdió el partido. En sus dos primeras campañas completas anotó 23 y 33 goles (se proclamó por primera vez mejor artillero liguero) respectivamente aunque el Anderlecht no pudo hacerse con la competición doméstica. Fue tras reanudarse el torneo un año parado por la II Guerra Mundial cuando los malviblancos iniciaron una época de dominio en su país con Mermans como gran estrella acompañado de Hippolyte Van den Bosch, van Vaerenbergh, Erroelen o Henri Meert
En el curso 1946-1947 el Anderlecht se hizo con la primera Liga de su historia tras imponerse por dos puntos en la clasificación al R.O.C. Charleroi-Marchienne. Mermans únicamente se perdió dos partidos pero salió a más de un tanto por choque al obtener 38 dianas en 34 partidos, erigiéndose de nuevo máximo goleador de la competición. El posterior año el club capitalino se quedó cerca de revalidar el trofeo pese a que Mermans por tercera ocasión no tuvo rival en la tabla de goleadores con 23 tantos. Sin embargo lo mejor estaba por llegar y desde 1949 a 1951 El Bombardero y el Anderlecht vivieron un trienio de ensueño con tres Ligas consecutivas. Ni el Berchem Sport ni el K.R.C. Mechelen con grandes equipos en ese momento pudieron hacer nada por evitar estos triunfos que auparon a los malvas como el mejor conjunto belga.
Mermans apoyado en fabulosos compañeros como François de Wael o Sermon se hizo con su cuarto trofeo de mejor artillero en el curso 1949-1950 con 37 dianas y varios clubes potentes europeos llamaron a su puerta. El jugador estaba dispuesto a salir pero el presidente Albert Roosens rechazó todos los ofrecimientos. El Torino puso sobre la mesa 20 millones de liras, la Roma 30 y un Alfa Romeo en el año 1951 y el Real Madrid 700.000 francos, además del interés mostrado también por el Arsenal, el Atlético de Madrid o el Racing de París.
Su trayectoria continuó en el Anderlecht con el que alcanzó tras dos años de sequía otros tres campeonatos de Liga seguidos entre 1954 y 1956. Por entonces ya estaban en el plantel Van Steen, Pieter Van den Bosch o Jef Jurion y el entrenador era el inglés Bill Gormlie, pero los malviblancos siguieron demostrando que estaban en uno de los momentos más brillantes desde su fundación. Además pudieron debutar la recién creada Copa de Europa del curso 1955-1956, aunque en primera ronda fueron apeados por el Voros Lobogo sin que Mermans materializase ningún tanto. 
Su última temporada fue en 1956-1957 cuando contaba con 35 años. No se le había olvidado marcar goles y anotó 12 en 22 partidos antes de su marcha al Merksem SC. En el equipo de su ciudad natal militó tres cursos y les ayudó a ascender desde la Tercera a la Segunda División y acabar en cuarta posición en la categoría de plata en 1960. Colgó las botas aquel verano con 38 años recién cumplidos.
 
Bélgica 1954
Anderlecht 1954-1955



Con la selección belga disputó 56 partidos y marcó 27 goles en un periodo de once años (1945-1956). Debutó de la mano de François Demol el 15 de diciembre de 1945, en un partido amistoso contra Francia en el que los Diablos Rojos se hicieron con la victoria por 2-1. Los años posteriores participó en otros amistosos de nivel contra los Países Bajos o Inglaterra donde Bélgica fue goleada pero su primera diana se hizo esperar. Concretamente hasta 1948 y con los vecinos neerlandeses como rival. En un choque en De Kuip ambos combinados empataron a dos y Mermans hizo el primero de su selección.
Tras el parón por la II Guerra Mundial en 1950 se reanudaron los Mundiales con la edición de Brasil pero Bélgica no acudió ni actuó en la fase de clasificación. En aquella época se dedicó a jugar numerosos amistosos en los que Mermans se estableció definitivamente como uno de los estandartes en su país. A su lado le acompañaron otras históricas figuras como Rik Coppens, Victor Mees, Louis Carré o Pol Anoul. Se enfrentaron en varias ocasiones a Francia o los Países Bajos, cuadros que Mermans se le daban bien y a los que anotó más de un doblete. Otra de sus víctimas fue la República de Irlanda, donde en un duelo en el Rey Balduino de Bruselas firmó su primer hat-trick en el equipo nacional.
En 1953 dio inicio la calificación para el Mundial de Suiza y El Bombardero fue de la partida en el estreno frente a Finlandia. En Helsinki los belgas vencieron por 2-4 y dieron el primer paseo para lograr un billete al torneo. Sin embargo Mermans no disputó ningún partido más de la fase de grupos aunque si entró en la lista para el Mundial facilitada por el escocés Doug Livingstone. Encuadrados en el grupo 4 con ingleses, italianos y los anfitriones Mermans fue titular en los dos encuentros que disputó Bélgica. En la primera jornada consiguieron un empate a cuatro in extremis ante Inglaterra y en la segunda Italia les apabulló por 4-1 y tuvieron que hacer las maletas. Mermans no logró ningún tanto y su única oportunidad en una Copa del Mundo se esfumó.
Después del Mundial prosiguió su carrera internacional un par de años hasta que se despidió en 1956. En ese tiempo Bélgica obtuvo victorias de mérito como ante los campeones mundiales alemanes por 2-0 en Bruselas, la Francia de Kopa por 2-1 o la Hungría de Puskas y Kocsis por 5-4. Precisamente su último choque con los Diablos Rojos fue frente a los magiares en la capital belga el 3 de junio de 1956. Capitán permanente de la selección desde hacía cinco años no consiguió perforar la red de Gellér ni de Ilku en aquel encuentro.

En su vida posterior al fútbol trabajó en el ayuntamiento de su localidad natal y también dirigió al Olse Merksem SC, cuyo estadio actualmente lleva su nombre.

En 1955 recibió la Medalla de Oro al Mérito Deportivo.

Falleció el 20 de enero de 1996 en Wildert a la edad de 73 años.

jueves, 20 de agosto de 2015

La gira de San Lorenzo de Almagro en España


En los últimos tiempos en el mundo del balompié son muy habituales las giras, sobre todo en pretemporada y a lugares como China o Estados Unidos. Sin embargo a mediados del siglo pasado no eran tan corrientes, también debido a unas infraestructuras de menor calidad que las actuales. Probablemente la más conocida y evocada la protagonizó San Lorenzo de Almagro a finales de 1946 y principios de 1947.

El Campeonato argentino del año 1946 tuvo como vencedor a San Lorenzo tras una bonita pugna con Boca Juniors. A la última jornada los cuervos llegaron con dos puntos de ventaja y después de derrotar a Ferro Carril Oeste y Boca caer ante Vélez cantaron el alirón. Fueron el equipo más goleador del torneo con 90 tantos y únicamente cayeron en cuatro encuentros.

El plantel cuyo técnico era Pedro Omar estaba liderado en el campo por el “Terceto de Oro”, formado por Farro un interior de calidad, sacrificio, fuerza y brillante llegada a gol desde la segunda línea, Pontoni un delantero astuto, inteligente, vistoso y muy eficaz de cara a puerta y Martino otro interior creativo, hábil, driblador y de poderoso disparo. Además figuraban otros jugadores de enorme categoría como Vanzini, Imbelloni, Silva o Ángel Zubieta, un medio vizcaíno que emigró tras la Guerra Civil e hizo carrera en Argentina, para posteriormente retirarse en las filas del Deportivo de la Coruña ya en los años 50.

Farro, Pontoni y Martino

Solo un par de semanas después de haber salido campeones en su país tomaron un vuelo hacía España que aterrizó en la capital Madrid con el presidente Domingo Peluffo al frente de la expedición. El primer encuentro fue ante el Atlético Aviación el lunes 23 de diciembre en el estadio Metropolitano. Los rojiblancos por entonces lideraban la Liga española pero sucumbieron con claridad ante San Lorenzo. En los colchoneros se alinearon Pérez; José Cobo, Riera; Farias, Germán, Cuenca; Juncosa, Arencibia, Jorge, Taltavull y Adrián Escudero mientras que en los cuervos Blazina en portería, Vanzini y Brasso en defensa, Grecco, Zubieta y Colombo en la media e Imbelloni, Farro, Pontoni, Martino y Silva en el ataque. Los argentinos dominaron a placer a su rival y apabullaron con un fútbol preciosista que en ningún momento el Atlético fue capaz de contrarrestar. El resultado fue de 4-1, doblete de Martino y Pontoni para San Lorenzo y Arencibia para el conjunto madrileño. Al final del choque los aficionados presentes en el Metropolitano despidieron a San Lorenzo arrojando sus sombreros al aire en señal de pleitesía.

El siguiente partido fue el día de Navidad por la tarde también en el Metropolitano aunque en esta ocasión contra el Real Madrid. La leyenda cuenta que los futbolistas sudamericanos tuvieron una larga celebración en Nochebuena y eso condicionó su rendimiento. Además el césped del Metropolitano no se encontraba en buen estado y en esas circunstancias el juego de San Lorenzo se vio afectado. Solo hubo un cambio en el once cuervo al salir de inicio Aballay por Pontoni mientras que en el Real Madrid formaron Bañón; Clemente, Corona, Pont, Ipiña, Huete, Alsúa, Molowny, Pruden, Belmar, Vidal. En la primera mitad los blancos estuvieron magníficos y se marcharon a la caseta venciendo por 3-0 con tantos de Pruden en dos ocasiones y Belmar. En la segunda parte Pontoni que había salido tras el descanso marcó para su equipo pero Alsúa en el 88 cerró el marcador con el definitivo 4-1.

El tercer encuentro tuvo lugar el día de Año Nuevo en Barcelona ante la Selección española. Les Corts acogió un choque donde el combinado nacional saltó al campo con Ramón; Álvaro y Curta; Gonzalvo III, Fabregas y Gonzalvo II; Epi, Arza, Lángara, Herrera y Escudero. San Lorenzo dio la oportunidad de estrenarse en la gira a Crespi, Basso y De la Mata. Los pupilos de Hernández Coronado salieron en tromba y en el minuto 15 vencían por 2-0 gracias a los goles de Herrerita y Arza. Sin embargo en una reacción majestuosa por parte de San Lorenzo, los cuervos se marcharon al descanso con ventaja al anotar Pontoni un doblete y Martino batir a Ramón. En el segundo acto se repite la historia de la primera mitad y España se puso arriba en el marcador con goles de Escolá y Lángara. A falta de 15 minutos empató Martino y Pontoni, el mejor futbolista sobre el campo hizo otros dos para su cuenta particular. En los últimos instantes Epi logró el quinto de España y segundos después De la Mata perforó la red española por séptima ocasión. San Lorenzo ganó por 5-7 y los espectadores barceloneses marcharon a sus casas impresionados por el festival que habían presenciado.

Portada de MARCA durante la gira
San Lorenzo contra la selección española en el Metropolitano








A continuación se trasladaron a Bilbao para enfrentarse al Athletic en San Mamés el día 5 de enero. Un partido que estuvo cerca de no disputarse por la lucha clandestina contra el régimen franquista de la época. Finalmente bilbaínos y cuervos jugaron y lo hicieron con Lezama; Fernández, Oceja; Celaya, Bertol, Nando; Iriondo, Panizo, Zarra, Iraragorri y Gainza en el Athletic y Blazina; Crespi, Baeso; Zubieta, Grecco. Colombo; De la Mata, Farro, Pontoni, Martino y Silva en San Lorenzo. Las crónicas cuentan que el encuentro fue precioso, repleto de bonitas acciones por ambos cuadros pese al frío, la lluvia y la gran cantidad de arena presente en el terreno de juego. Zarra no faltó a su cita con el gol en dos ocasiones y Panizo marcó uno. Por parte argentina anotaron Pontoni, Farro y Silva para firmar las tablas en el marcador. Zubieta que antes de la Guerra Civil había militado en el conjunto bilbaíno fue recibido y despedido con una atronadora ovación. 

Después de unos días de descanso por la península, el 16 de enero regresaron a la capital para verse las caras otra vez con la Selección española. Franco presidió el choque desde la tribuna del Metropolitano y desde allí observó otra exhibición del Ciclón. El cuadro hispano formó con Bañón; Querejeta, Aparicio; Gonzalvo III, Mencía, Eguiluz; Iriondo, Zarra, Arza, Campos y Epi y en San Lorenzo entró Rodríguez por Grecco que se lesionó en San Mamés. Durante el encuentro no hubo color entre ambos equipos y la goleada que endosó San Lorenzo al combinado nacional fue majestuosa. Un 1-6 con Farro de protagonista al perforar la red hispana en tres ocasiones. Además también anotaron Pontoni, Zubieta y Silva y el gol del honor español fue obra de Escudero. 

Una semana más tarde viajan destino a Valencia para jugar contra el equipo ché. La expectación en la ciudad enorme y el recinto de Mestalla ya estaba abarrotado una hora antes del pitido inicial. Incluso hubo gente que intentó entrar sin localidad y tuvo que situarse junto a las vallas de un lateral del campo. El Valencia jugó con Eizaguirre; Álvaro, Juan Ramón; Monzó, Ortúzar, Asensi; Epi, Amadeo, Morera, Igoa y Giraldós y en San Lorenzo no hubo novedades destacables. El gol local llegó en el primer acto, cuando Igoa superó a Blazina con un chut fuerte y cruzado. En la segunda mitad San Lorenzo desplegó un mejor juego y tras acosar a los valencianistas durante muchos minutos recibió el premio en forma de gol en el minuto 85. Alarcón que entró al campo por Farro remató de cabeza haciendo inútil la estirada de Eizaguirre. El duelo terminó 1-1, cosechando los cuervos el segundo empate de la gira.
 
Athletic y San Lorenzo saltan al césped de San Mamés

El penúltimo partido en territorio hispano tuvo como sede La Coruña el 28 de enero. Enfrente como rival un Deportivo de la Coruña reforzado por los futbolistas del Celta Aretio, Alonso y Bermejo, además del oviedista Diestro. Esta circunstancia no gustó mucho en la ciudad coruñesa y algunos plantearon una suspensión del encuentro ante San Lorenzo que no se llevó a cabo. La estrella del Deportivo en aquel momento era Juan Acuña, uno de los mejores arqueros del país. Junto al guardameta en el once estuvieron Pedrito y Ponte en la zaga, Bermejo, Diestro y Alonso en el mediocampo y Marquínez, Guimerans, Latorre, Aretio y Chao arriba. En San Lorenzo respecto a Mestalla jugó Imbelloni en el extremo diestro en sustitución de De la Mata. Los sudamericanos quisieron imponer con rapidez su estilo pero el Depor opuso gran resistencia y eficacia en la defensa. A pesar de ello gozaron de buenas oportunidades que fueron desbaratadas por un genial Acuña. El guardameta tuvo que repeler varios disparos peligrosos y salir a los pies de los jugadores cuervos para evitar sus internadas. El resultado permaneció inalterable los 90 minutos y concluyó sin goles. Al final del choque Acuña y Zubieta, que años más tarde vestiría la zamarra blanquiazul salieron de Riazor en hombros. 

A finales del mes de enero San Lorenzo cruzó la frontera portuguesa y allí disputó dos duelos ante el Oporto y la Selección lusa. Mantuvieron negociaciones para jugar frente al F.C. Barcelona unas fechas después aunque al final no se llegó a un acuerdo. En su lugar se concertó un choque ante el Sevilla en la ciudad hispalense el 6 de febrero. El cuadro nervionense era el vigente campeón liguero y para la ocasión contó con sus mejores futbolistas y con la ayuda de los cuervos Rodríguez y Aballay. El entrenador Ramón Encinas puso en liza a Bustos; Joaquín, Belmonte; Alconero, Rodríguez, Eguiluz; López, Arza, Aballay, Herrera y Campos y su colega en el otro banquillo, Pedro Omar, dio una oportunidad desde el inicio a Alarcón en la banda derecha tras su diana contra el Valencia. En los primeros compases no hubo un dominador claro y fue el Sevilla quien marcó el primero por medio de Arza. Martino y Pontoni hicieron el 1-2 en apenas cinco minutos pero Arza de nuevo firmó las tablas. En la segunda mitad Arza aprovecha una gran asistencia de Herrera para marcar su tercer gol. A raíz de este tanto el nivel del juego bajó muchos enteros en los dos equipos aunque los goles continuaron produciéndose. Pontoni fue el artífice del 3-3 y Farro del 3-4. Herrera igualó otra vez el partido y López pareció dar el triunfo al Sevilla después de un excelente cabezazo. Sin embargo una mano de Belmonte es señalada como penalti por el colegiado Álvarez Orriols y Zubieta es el encargado de materializar la pena máxima. El resultado se catalogó como justo y tras este empate a cinco San Lorenzo dio por finalizado su viaje. En total fueron 27 tantos en 8 partidos los conseguidos por el conjunto cuervo en España, siendo el máximo realizador Pontoni con 11 tantos. 

Su juego de toque, continuas combinaciones y exquisitos pases cortos asombró rápidamente a rivales, prensa y aficionados. El estilo cautivó tanto que pasados los años mucha gente seguía hablando de esta gira por territorio español. Tal fue la influencia que algunos equipos intentaron imitarles y dejaron atrás la idea de jugar al pelotazo y en largo. Aunque si existe una excepción de un futbolista al que no le sorprendió el juego de San Lorenzo fue Panizo. El interior bilbaíno, muy criticado en ocasiones por la hinchada del Athletic, tenía un estilo muy parecido al de los argentinos, siendo a partir de entonces un jugador mucho más valorado. 

Abandonaron España tras el choque de Sevilla como uno de los conjuntos más potentes del planeta y hoy, 67 años después, vuelven a estar en un gran momento tras levantar la Copa Libertadores ante Nacional de Asunción el pasado mes de agosto. Entre medias hubo épocas magníficas, como a principios de los 70 donde conquistaron tres Campeonatos domésticos o recién entrado el siglo XXI con la obtención de la Copa Mercosur y la Copa Sudamericana, y otras de peor recuerdo como a comienzos de los 80 cuando abandonaron el mítico Gasómetro de Boedo y descendieron por primera vez a la B.

El equipo de San Lorenzo