El Real Oviedo deambula por la 2ª división B española pero durante 38 temporadas ha militado en Primera División habiendo tenido grandes jugadores en sus filas. En la década de los 30, en sus comienzos en la máxima categoría tuvo un equipo muy potente, sobretodo en la parte ofensiva con la llamada "delantera eléctrica" formada por "Casuco", Gallart, Lángara, Herrerita y Emilín. Nacido hace justo ahora un siglo el 12 de Septiembre de 1912, Emilin fue un extremo izquierda de excelsa calidad, gran regate, sublime pasador y dotado de
una fantástica habilidad para sacar sus célebres corners con rosca,
consiguiendo así muchos goles olímpicos.
Inició su carrera deportiva en el Real Juvencia de una localidad muy cercana a Oviedo llamada Trubia, hasta que con 19 años hizo su debut en el Real Oviedo en Segunda División frente al Atlético de Madrid, en un encuentro que ganó el conjunto asturiano por 6-2 con un tanto de Emilín. Tuvieron que pasar dos años para el primer ascenso del equipo en la temporada 1933/1934 donde disputaría doce partidos anotando dos goles. Isidro Lángara se aprovechó de las grandes asistencias que le proporcionaba desde la banda Emilín que junto a Herrerita formaban la mejor ala izquierda del fútbol español de aquella época. Con el aprendizaje adquirido en Primera División las dos siguientes temporadas fueron un éxito para el club al finalizar ambas (1934/1935 y 1935/1936) en tercera posición, debido en gran parte a la facilidad anotadora de su delantera. La Guerra Civil como a muchos otros cortó la progresión de Emilín y de sus compañeros oviedistas que ansiaban conseguir el título liguero, tanto que debido al conflicto bélico el estadio de Buenavista quedó destruido y al reiniciarse la competición el Oviedo recibió una dispensa de la RFEF por la cual no competiria en la temporada 1939/1940. Los jugadores carbayones fueron cedidos a diferentes clubes y Emilín junto a su inseparable Herrerita marcharon dirección a la ciudad condal para jugar en el F.C. Barcelona. Fue una época dificil en lo económico y deportivo para el club blaugrana pese a tener jugadores de calidad como Nogués, Franco, Sospedra o unos jóvenes Calvet y Mariano Martín, pero gracias a las prestaciones de los asturianos que marcaron 13 goles entre ambos salvaron la categoria al terminar en el puesto 9º. Regresaron en 1940 al Oviedo donde formarian la tercera delantera eléctrica junto con Antón, Goyin y Echevarria en una campaña que finalizaron octavos. Se mantuvo en el equipo hasta 1949 disputando un total de 277 partidos, 227 de ellos en Primera División y convirtiendo 63 goles aupándole hasta la sexta posición de mejores artilleros del Real Oviedo en su historia. Cuatro de ellos son aún muy recordados por los más viejos del lugar, cuando vencieron al Real Madrid en la temporada 1944/1945 en el campo de Buenavista por 4-0. Su idilio con el club azul no tuvo un buen final, puesto que con 37 años Emilín quiso renovar y que le aumentasen el sueldo pero recibió una negativa a su propuesta, lo que conllevó su salida del equipo y fichar por el eterno rival, el Sporting de Gijón. Allí jugaria dos campañas, en la primera en 1949/1950 anotó 10 goles en 20 partidos, mientras que en la segunda en la cual el Sporting subiría a Primera por segunda vez en su historia, su papel fue más discreto y disputó unicamente cuatro encuentros. Se retiraría en 1951 junto a su fiel amigo Herrerita que le acompaño en su última temporada en el club rojiblanco.
Su papel en la Selección Española se resume en dos partidos internacionales, el primero de ellos frente a Alemania en plena II Guerra Mundial en 1942 que finalizó con empate a 1 y el segundo disputado contra Italia una semana después en tierras transalpinas que terminó con un claro 4-0 a favor de los azzurri. Tuvo la mala fortuna de coincidir en el tiempo con extremos como Gorostiza en sus inicios y Gaínza en los años 40, que le cerraron el paso en España cuando por calidad podría haber disfrutado de más oportunidades.
Falleció el 30 de marzo de 1977, a la edad de 64 años debido a un cáncer.
Inició su carrera deportiva en el Real Juvencia de una localidad muy cercana a Oviedo llamada Trubia, hasta que con 19 años hizo su debut en el Real Oviedo en Segunda División frente al Atlético de Madrid, en un encuentro que ganó el conjunto asturiano por 6-2 con un tanto de Emilín. Tuvieron que pasar dos años para el primer ascenso del equipo en la temporada 1933/1934 donde disputaría doce partidos anotando dos goles. Isidro Lángara se aprovechó de las grandes asistencias que le proporcionaba desde la banda Emilín que junto a Herrerita formaban la mejor ala izquierda del fútbol español de aquella época. Con el aprendizaje adquirido en Primera División las dos siguientes temporadas fueron un éxito para el club al finalizar ambas (1934/1935 y 1935/1936) en tercera posición, debido en gran parte a la facilidad anotadora de su delantera. La Guerra Civil como a muchos otros cortó la progresión de Emilín y de sus compañeros oviedistas que ansiaban conseguir el título liguero, tanto que debido al conflicto bélico el estadio de Buenavista quedó destruido y al reiniciarse la competición el Oviedo recibió una dispensa de la RFEF por la cual no competiria en la temporada 1939/1940. Los jugadores carbayones fueron cedidos a diferentes clubes y Emilín junto a su inseparable Herrerita marcharon dirección a la ciudad condal para jugar en el F.C. Barcelona. Fue una época dificil en lo económico y deportivo para el club blaugrana pese a tener jugadores de calidad como Nogués, Franco, Sospedra o unos jóvenes Calvet y Mariano Martín, pero gracias a las prestaciones de los asturianos que marcaron 13 goles entre ambos salvaron la categoria al terminar en el puesto 9º. Regresaron en 1940 al Oviedo donde formarian la tercera delantera eléctrica junto con Antón, Goyin y Echevarria en una campaña que finalizaron octavos. Se mantuvo en el equipo hasta 1949 disputando un total de 277 partidos, 227 de ellos en Primera División y convirtiendo 63 goles aupándole hasta la sexta posición de mejores artilleros del Real Oviedo en su historia. Cuatro de ellos son aún muy recordados por los más viejos del lugar, cuando vencieron al Real Madrid en la temporada 1944/1945 en el campo de Buenavista por 4-0. Su idilio con el club azul no tuvo un buen final, puesto que con 37 años Emilín quiso renovar y que le aumentasen el sueldo pero recibió una negativa a su propuesta, lo que conllevó su salida del equipo y fichar por el eterno rival, el Sporting de Gijón. Allí jugaria dos campañas, en la primera en 1949/1950 anotó 10 goles en 20 partidos, mientras que en la segunda en la cual el Sporting subiría a Primera por segunda vez en su historia, su papel fue más discreto y disputó unicamente cuatro encuentros. Se retiraría en 1951 junto a su fiel amigo Herrerita que le acompaño en su última temporada en el club rojiblanco.
Su papel en la Selección Española se resume en dos partidos internacionales, el primero de ellos frente a Alemania en plena II Guerra Mundial en 1942 que finalizó con empate a 1 y el segundo disputado contra Italia una semana después en tierras transalpinas que terminó con un claro 4-0 a favor de los azzurri. Tuvo la mala fortuna de coincidir en el tiempo con extremos como Gorostiza en sus inicios y Gaínza en los años 40, que le cerraron el paso en España cuando por calidad podría haber disfrutado de más oportunidades.
Falleció el 30 de marzo de 1977, a la edad de 64 años debido a un cáncer.
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