sábado, 12 de diciembre de 2015

Enrico Albertosi "El rival de Zoff en el marco azzurri"

La lista de grandes porteros transalpinos es muy amplia desde los campeones del mundo en los años 30 Combi y Olivieri, pasando por Bacigalupo, Sentimenti y Sarti o más recientemente Zenga, Peruzzi y Buffon. Pero si hubo dos legendarios arqueros que coincidieron en el tiempo y tuvieron gran rivalidad en la selección fueron Dino Zoff y Enrico Albertosi que se llevaban dos años de diferencia. Nacido el 2 de noviembre de 1939 en Pontremoli (Italia), fue un guardameta de enorme regularidad, agilidad, reflejos, colocación, valentía y muy acrobático en sus paradas.

En acción durante el Mundial de México
De casta le viene al galgo es una frase que cumple a la perfección Albertosi al haber sido su padre en la década de los 40 portero del equipo de su ciudad, el Pontremolese. Enrico entró a formar parte de la escuadra con 14 años y un año después se embarcó en la aventura de marcharse a La Spezia, donde jugó cuatro campañas llegando a debutar en la primera plantilla ante el Novese en 1958.
Es en el club de la Liguria donde es descubierto unos meses más tarde por varios ojeadores de la Fiorentina que realizan unos informes muy positivos de él. Antes de que finalice el año firma por los viola y su estreno en la Serie A se produce el 18 de enero de 1959 ante la Roma que no le marca ningún tanto. A la sombra del gran Sarti se mantiene casi cinco cursos en los que es habitual suplente y apenas disputa una treintena de encuentros. Pero varios de ellos tienen lugar en la campaña 1960-1961 donde Hidegkuty le da la oportunidad de participar en la Coppa y en la Recopa que la Fiore termina conquistando después de batir a Lazio y Glasgow Rangers en la final.
El traspaso de Sarti al Inter en 1963 dio por fin la oportunidad a Albertosi de asentarse en la titularidad. A partir de entonces y hasta 1968 es un fijo en el marco fiorentino en una etapa en la que se logra en 1966 otra Coppa de Italia al vencer al Catanzaro en el Olímpico y la legendaria Copa Mitropa tras doblegar al Jednota Trenčín en la final. Por otra parte son años donde tiene como compañeros a Humberto Maschio, Kurt Hamrin, De Sisti o el capitán Robotti pero en los que no consiguen de pasar del cuarto lugar en el Campeonato de Liga.
En el verano de 1968 el Inter ofreció una cantidad sustanciosa por sus servicios pero la Fiore que ya había vendido a Sarti años antes se negó en redondo y en su lugar le traspasó al Cagliari para disgusto de Albertosi. Sin embargo la tristeza desapareció pronto y con una actuación espectacular siendo el guardameta menos goleado ayudó a la entidad 'rossoblú' a conseguir el primer Scudetto de su historia en el curso 1969-1970. Compartiendo vestuario con los internacionales italianos Riva, Cera, Domenghini, Gori y Niccolai más el brasileño Nené superaron en la tabla a Inter y Juve por cuatro y sietes puntos de diferencia respectivamente. Una temporada más tarde se estrenaron además en la Copa de Europa en la que eliminaron al Saint-Etienne de XX antes de caer frente al Atlético de Madrid en una apasionante eliminatoria.
Su periplo por el Cagliari continuó hasta el año 1974 pero sin poder repetirse los éxitos del pasado. Con 35 años y en la parte final de su carrera se marchó al Milán que por entonces dirigía Gustavo Giagnoni en un trueque con William Vecchi. En el conjunto 'rossoneri' se apoderó del puesto pese a la competencia de Pizzaball y Tancredi y se mantuvo indiscutible durante seis campañas consecutivas. Su primer título como milanista fue la Coppa del año 1977 que se alcanzó al imponerse a su eterno rival el Inter por 2-0. Mientras que el segundo y más importante se produjo dos cursos después al cosechar el Milan su décimo trofeo de Liga sumando tres puntos más que un sorprendente Perugia. El plantel de los Collovati, Bigon, Capello, Bet o un imberbe Baresi se presentó meses más tarde en una nueva edición de la Copa de Europa que acabó pronto y mal para ellos al perder en la primera eliminatoria frente al Oporto portugués.
Fue a finales de esa temporada, en marzo de 1980, cuando salió a la luz el escándalo de las apuestas ilegales en el que estaban implicados jugadores, entrenadores y directivos de equipos de Serie A y B. Tanto Milan como Albertosi recibieron sendos castigas y mientras el club fue descendido a la categoría de plata, el arquero recibió una inhabilitación por la que estaría dos años sin jugar. Parecía el fin de la carrera de Albertosi que tenía 40 años pero tras cumplirse el castigo decidió enfundarse los guantes de nuevo y enrolarse dos temporadas más en las filas del Elpidiense que militaba en Serie C2. En 1984 y con casi 45 años de edad puso fin a su extensísima trayectoria deportiva.


Cagliari 1969-1970
Fiorentina 1966-1967















Milan 1976-1977
Italia 1970


















Con la selección 'azzurra' fue internacional en 34 ocasiones desde 1961 a 1974. Hizo su estreno en un amistoso jugado frente a Argentina en Florencia donde los italianos vencieron con rotundidad por 4-1. Un año más tarde fue incluido por Paolo Mazza y Giovanni Ferrari en la lista para el Mundial de Chile junto a Lorenzo Buffon y Carlo Mattrel. No disputó ningún encuentro y alejado del césped vio como Italia caía en la primera fase tras empatar con Alemania Occidental, perder en la Batalla de Santiago frente a Chile y derrotar a los suizos en la última jornada.
Fue a partir de 1965 con Edmondo Fabbri en el cargo cuando asaltó la titularidad en la meta italiana. Sus buenas actuaciones en varios amistosos como ante Francia, Austria o Argentina le permitieron llegar al Mundial de Inglaterra como indiscutible por delante de Roberto Anzolin y Pierluigi Pizzaballa. Sin embargo el plantel 'azzurro' en el que se encontraban unos jóvenes Rivera, Mazzola, Bulgarelli, Facchetti o Rosato volvió a decepcionar con una horrible primera fase en la que sólo sumaron una victoria contra Chile para posteriormente perder ante la URSS y caer con estrépito frente a Corea del Norte.
La gran competencia entre Zoff y Albertosi comenzó a finales de la década de los 60, cuando el arquero de Mariano de Friuli debutó en la selección de la mano de Ferruccio Valcareggi. En el primer gran torneo internacional en que coincidieron, la Euro del 68, la titularidad fue para Zoff en la fase final, pero eso cambió en favor de Albertosi en el Mundial de México en 1970 para finalmente volver al origen en el Mundial de Alemania de 1974, donde Zoff se impuso en la meta 'azzurra'.
El por entonces arquero viola jugó cinco partidos del grupo de clasificación ante Rumania, Suiza y Chipre y también en la ida de cuartos de final ante Bulgaria, donde una derrota en Sofía por 3-2 le costó la titularidad. A partir de entonces Zoff le ganó la partida y desde el banquillo Albertosi vio como Italia conquistaba la Eurocopa de 1968 después de remontar a Bulgaria, imponerse a la Unión Soviética en semis y derrotar a Yugoslavia en la final tras un choque de desempate.
Las tornas giraron a favor de Albertosi justo antes del Mundial de México. En la calificación sólo disputó un partido frente a Gales pero Valcareggi apostó por él para la cita en suelo azteca. El torneo empezó con dudas para Italia que fue mejorando con el paso de los partidos. En el grupo 2 pasaron como líderes pero sin florituras. Albertosi se mantuvo imbatido frente a charrúas, suecos e israelíes pero únicamente se ganó ante los escandinavos por la mínima. En cuartos el arquero del Cagliari encajó pronto su primer gol frente a los anfitriones mexicanos pero en una gran segunda parte 'azzurra' remontaron para hacerse con el triunfo por 4-1. En semis se vieron las caras con Alemania Occidental en uno de los choques más célebres de la historia. Un tanto de Schnellinger con el tiempo cumplido forzó una prórroga legendaria. Muller superó en dos ocasiones a Albertosi pero las dianas de Burgnich, Riva y Rivera metieron a Italia en la final. Su adversario, el Brasil de Pelé, Tostao o Jairzinho fue un escollo imposible de superar y en el Azteca de Ciudad de México sucumbieron por 4-1 en un día histórico para el balompié.
Tras el Mundial los italianos iniciaron el camino a la fase final de la Eurocopa de 1972 en un grupo donde estaban Austria, la República de Irlanda y Suecia. Albertosi y Zoff se turnaron en la portería con la intervención en tres partidos del primero y cuatro el segundo. La 'azzurri' no conoció la victoria y comandó la tabla con 10 puntos, lo que le emparejó con Bélgica en cuartos. En esta eliminatoria la confianza de Valcareggi fue a parar a Albertosi que jugó tanto en Milán como Bruselas. En la ida un empate sin goles fue un pésimo resultado para Italia como se demostró días desps al caer en el Constant Vanden Stock por 2-1 y caer eliminados
El guardameta de Pontremoli sólo volvió a ser internacional en una ocasión más en junio de 1972, en un duelo amistoso frente a Bulgaria en Sofía. Acudió junto a otros veteranos al Mundial de Alemania de 1974 acompañando a Zoff y Castellini pero no tuvo ninguna oportunidad en otra debacle transalpina que no pasó de la primera fase.  

En el año 2000 trabajó un tiempo como preparador de porteros del Margine Coperta y cuatro años después estuvo cerca de morir por una taquicardia ventricular que le mantuvo varios días ingresado en el hospital.

El Cagliari le incluyó en su Salón de la Fama y los aficionados XXX le eligieron en el mejor once de la historia del club junto a otras estrellas como Zola, Riva, Francescoli o Pierluigi Cera.  

sábado, 5 de diciembre de 2015

Danny Blanchflower "El motor de los Norn Iron"

Histórico jugador de los 'spurs' y la selección norirlandesa, está considerado uno de los mejores centrocampistas británicos del siglo XX. Además formó parte de la brillante generación de futbolistas de Irlanda del Norte que despuntó a finales de los 50 y principios de los 60. Nacido el 10 de febrero de 1926 en Belfast (Irlanda del Norte), ocupaba el puesto de medio derecho. Creador de juego dotado con un magnífico dominio del balón, enorme precisión en el pase y gran visión, era además un entrenador en el campo. Tácticamente extraordinario se encargaba de gestionar y tomar decisiones sobre sus compañeros y el equipo en el terreno de juego. Su hermano fue Jackie Blanchflower, centrocampista del Manchester United y superviviente del accidente aéreo en Munich que tuvo que retirarse tras las graves secuelas que le produjo el suceso.

En su estancia en el Tottenham
Desde pequeño sintió pasión por el fútbol y era muy habitual verle jugar por las calles de Belfast junto a su hermano. Trabajó como electricista en una fábrica de cigarrillos y tras el estallido de la II Guerra Mundial se unió a la Organización ARP que se encargaba de las baterías antiaéreas. En 1943 engañó con su edad y se alistó en la Royal Air Force, que le llevó primero a Escocia y luego a Canadá.
Regresó a su país tras el final de la guerra y jugó unos meses en el Belfast Celtic para finalmente acomodarse en el Glentoran. Con los capitalinos permaneció cuatro años, hasta 1949, momento en el que es traspasado al Barnsley inglés por 6.000 libras. En el cuadro rojo que por entonces milita en la Second Division juega dos temporadas y empieza a llamar la atención de clubes de superior nivel. El Aston Villa se interesó por él en 1951 y tras unas arduas negociaciones lo firmó tras abonar 15.000 libras en concepto de traspaso.
Con los villanos se produce su gran despegue en el fútbol inglés al convertirse en poco tiempo en una de las figuras y además en el capitán del plantel. El club de Birmingham construyó un equipo totalmente nuevo tras la guerra y con Blanchflower, otro norirlandés como McParland, los ingleses Dixon, Aldis y Lynn o los irlandeses Martin y Walsh en la plantilla ocupa habitualmente puestos en mitad de la tabla.
El ciclo del centrocampista en el Aston Villa finaliza en 1954 después de jugar 148 partidos oficiales y marcar diez tantos. En ese verano se produce una dura pugna entre dos entidades londinenses por su fichaje, el Arsenal y el Tottenham. La mayor cantidad de dinero que acaban poniendo los 'spurs', unas 30.000 libras decanta la balanza para el conjunto de White Hart Lane, que se lleva a un jugador clave durante la próxima década.
En sus primeros años coincide con los veteranos Ramsey, Bill Nicholson, el portero Ditchburn, Eddie Baily o George Robb pero es con la llegada de los años 60 cuando el Tottenham reina en Inglaterra y además logra el primer título europeo de su historia. Blanchflower se convierte en capitán y uno de los estandartes del equipo y a título individual es premiado en 1958 y 1961 como el mejor jugador de la Liga por los medios de comunicación. La temporada 1960-1961 marca un hito en la historia de la entidad al conquistar un fantástico doblete de Liga y Copa. En el torneo de la regularidad que llevan nueve años sin lograr baten al Sheffield Wednesday y al Wolverhampton, mientras que en la Copa, cuarenta años después del último entorchado, derrotan de forma consecutiva a Charlton, Crewe Alexandra, Aston Villa, Sunderland y Burnley tras un 'replay' y al Leicester por 2-0 en la gran final.
En la siguiente temporada alzan la Charity Shield frente a un combinado de la Liga con Armfield, Haynes, Byrne o Charlton (al haber logrado el doblete) y además renuevan el título en la FA Cup contra el Burnley con un tanto de penalti de Blanchflower. Pero la ilusión por disputar la Copa de Europa se viene abajo en semifinales tras caer frente al Benfica y después de un gran rendimiento en las rondas previas ante el Dukla de Praga o el Feyenoord.  
Sin embargo esa segunda victoria copera les permitió participar entre 1962 y 1963 en la Recopa de Europa, otra competición continental de reciente creación. Ni el Glasgow Rangers, ni el Slovan Bratislava ni el OFK de Belgrado son rivales de consideración en su camino hacia la final donde se encuentran con el actual campeón, el Atlético de Madrid. Los 'spurs' con una colección de magníficos futbolistas que incluye al propio Blanchflower, Greaves, Ron Henry, Maurice Norman, el galés Cliff Jones o los escoceses White y Brown aplasta a los rojiblancos en Rotterdam por 5-1 en un choque para el recuerdo. De esta forma levantan su segundo título del curso tras el cosechado en la Charity Shield a principio de la temporada frente al Ipswich Town.
Un año después y justo al cumplirse diez años desde su llegada Blanchflower se despide de la camiseta blanca del Tottenham y la hinchada le homenajea con todos los honores que merece. Son más de 400 ocasiones en las que aparece en las alineaciones del equipo londinense y a pesar de no ser un gran goleador consigue ver puerta en 27 ocasiones. No fue su retirada definitiva porque en 1965 disputó algunos partidos con el Durban City siendo allí el lugar donde colgó las botas.

Aston Villa 1952-1953
Tottenham Hotspur 1963
Irlanda del Norte 1957

  
Con la selección norirlandesa disputó un total de 56 partidos, logrando dos dianas. Debutó en 1949 cuando el equipo nacional era el irlandés y aún no había adoptado el nombre de Irlanda del Norte. Fue en el Campeonato Británico en un choque de mal recuerdo para el centrocampista. En Belfast se enfrentaron a Escocia que les derrotó de manera apabullante por 2-8 para decepción de la hinchada verde. A lo largo de su carrera participó en numerosos duelos de esta competición cosechando a menudo resultados muy discretos. No sumó su primer triunfo hasta el año 1955 cuando ya defendía los colores de Irlanda del Norte. En aquella ocasión si consiguieron vencer a Escocia en Belfast por 2-1 en el debut del torneo a principios de octubre. El nivel del equipo creció con rapidez y pasada la mitad de la década de los 50 conquistó en tres ocasiones el British Home Championship aunque siempre de forma compartida. En 1956 los cuatro países sumaron una victoria y un empate y con tres puntos empataron en la primera plaza. Pero fue en 1958 y 1959 cuando la Green&White Army se codeó con el gigante inglés para alzar el trofeo. Con la mejor generación de su historia en la que además de Blanchflower había otros ilustres como Gregg, Bingham, McIlroy o su hermano Jackie se alcanzaron hitos como doblegar a los 'pross' en Wembley o salir con vida del siempre temible Hampden Park. 
El éxito no se detuvo sólo en las Islas sino que se amplió al continente europeo. En 1957 con Blanchflower como capitán los Norn Iron iniciaron el camino para llegar al Mundial de Suecia de 1958. En el grupo 8 les tocó en suerte durísimos rivales como Italia y Portugal y contra pronóstico salieron liderando la clasificación. Sus dos primeros envites fueron lejos de casa y aunque empataron en Lisboa en la capital italiana sucumbieron por la mínima. Sin embargo hicieron de Windsor Park un fortín en el que apabullaron al cuadro luso de los Pedroto, Jose Aguas y Hernani por 3-0 y al combinado transalpino en el que militaban los nacionalizados Schiaffino y Ghiggia o los italianos Pivatelli y Segato por 2-1. 
De esta forma se ganaron su presencia mundialista en tierras suecas por primera y única vez hasta la fecha. A la hora del sorteo de la Copa del Mundo pocos apostaban dinero por los hombres de Peter Doherty pero de nuevo en Suecia volvieron a rendir a un nivel espectacular. En el grupo 1 acompañaron a Alemania Occidental, Checoslovaquia y Argentina. En el debut derrotaron a los centroeuropeos pero en la segunda jornada la albiceleste les ganó por 3-1. Una derrota les condenaba ante los teutones pero un empate a dos les aseguró a acudir a un playoff ante los checoslovacos. Celebrado en Malmö otros dos goles de McParland (sumaba ya 3), uno de ellos en la prórroga, otorgó al equipo liderado por Blanchflower un hueco en cuartos de final. Allí ya no pudieron frente al empuje galo que con un doblete de Fontaine incluido les mandó para casa. La carrera de Blanchflower continuó unos años más en los que le dio a tiempo a intentar sin éxito otra presencia mundialista en Chile. En la fase de clasificación jugó ante Alemania Occidental y Grecia pero el pase finalmente se lo llevaron los germanos. Además la creación de la Eurocopa de Naciones le permitió despedirse con buen sabor de boca del equipo nacional al jugar su último partido en una eliminatoria de la primera ronda de calificación del torneo de 1964 ante Polonia. En la ida ganaron por 0-2 en Chorzow y en la vuelta el 28 de noviembre de 1964 con 30.000 personas en las gradas de Windsor Park Danny Blanchflower se despidió ante su público con otra clara victoria.
Posteriormente en la década de los 70 tuvo dos experiencias como entrenador. En 1976 la Federación de su país le designó como seleccionador con el objetivo de acudir al Mundial de Argentina. Sin embargo en la clasificación fueron superados por neerlandeses y belgas y únicamente quedaron por delante de Islandia tras sumar cinco puntos. Siguió en el cargo hasta 1979 aunque en su último año compaginó la labor de seleccionador con la de técnico del Chelsea al que no pudo salvar del descenso a la Second Division.

Además a lo largo de su vida también ejerció como comentarista de partidos de fútbol llegando a trabajar para la CBS estadounidense o escribiendo en Sports Ilustrated.

En sus últimos años de vida padeció Alzheimer hasta que falleció el 9 de diciembre de 1993 en Londres a los 67 años de edad.

sábado, 28 de noviembre de 2015

Kalusha Bwalya: "El prodigio zambiano"

El mejor jugador de la historia de Zambia y Balón de Oro africano en el año 1988. Desarrolló parte de su carrera en Europa y México y salvó la vida al no ser convocado por lesión para un choque de su selección frente a Mauricio en 1993. Sus compañeros tomaron un avión militar en la ciudad de Port Louis y tras una escala en Libreville el aparato se estrelló frente a las costas de Gabón. Nacido el 16 de agosto de 1963 en Mufulira (Zambia), se desempeñaba como delantero o extremo. Jugador zurdo de exquisita técnica, rapidísimo y desequilibrante, disponía de un fabuloso golpeo de balón y de unas cualidades físicas propias de un atleta.

Con el equipo nacional
Comenzó a jugar en las calles de su país natal pero no fue hasta los 16 años cuando empezó su carrera. Lo hizo en el Mufulira Blackpool en el que apenas estuvo una temporada para en 1980 firmar por el Mufulira Wanderers, uno de los mejores clubes zambianos. En el cuadro verde pronto destacó como el mejor jugador y ayudó a que el equipo lograse una Challenge Cup en 1984, la Copa Chibuku en 1985 y la Supercopa ese mismo año.
Fue entonces cuando a las oficinas del Círculo de Brujas belga llegó un video con las mejores jugadas de Bwalya. Su calidad impresionó a los técnicos que recomendaron su fichaje, pagando finalmente 25.000$ por su traspaso. En sus dos primeras temporadas demostró un gran olfato goleador que le permitió ser el mejor artillero del plantel, a lo que sumó dos galardones de mejor jugador del año. En 1988 el gran papel desempeñado en los Juegos de Seúl puso a numerosos equipos tras su fichaje. Pero fue finalmente el PSV el que logró su propósito un año más tarde.
En el conjunto de Eindhoven coincidió con Romario y Kieft formando una sociedad temible en la zona de ataque. Además también había en el vestuario otras figuras de gran prestigio en el balompié neerlandés como van Breukelen, Vanenburg, van Aerle y Valckx o el defensa belga Gerets. Allí permaneció un lustro en el que marcó 25 dianas en más de 100 partidos oficiales y levantó importantes trofeos como la Liga en 1991 y 1992 tras superar al Ajax, la Copa en 1990 después de vencer el PSV en la final por 1-0 al Vitesse o la Supercopa en 1992.
Su trayectoria en el fútbol europeo concluyó a mediados de los 90 cuando emprendió viaje a México donde se consagraría como un ídolo. Se enroló en las filas del América siendo la estrella durante varias temporadas. Al equipo azulcrema lo dirigía Leo Beenhakker y su lado jugaron por ejemplo los cameruneses Omam-Biyik (con él formó el dúo conocido como las abejas africanas) y Pagal, el rumano Dumitrescu o los locales Cuahtémoc Blanco, Luis Alves o Adrián Chávez. 21 dianas en 88 partidos y la Copa Pachuca fue su bagaje con las águilas hasta 1997 cuando se marchó al Necaxa.
A partir de ese instante recorrió varios equipos en apenas tres años sin lograr la estabilidad en ninguno. En 1998 tuvo una corta experiencia en el Al Wahda de Abu Dhabi con el que alzó la Copa Al Etihad. A continuación retornó a México para jugar unos meses en Club de León en 1998, en Irapuato y Veracruz en 1999 y el SD Correcaminos al inicio del nuevo siglo para finalizar su carrera poco tiempo más tarde.


América 1994-1995
Zambia 1988
PSV 1990


Con la selección fue internacional en 87 ocasiones, anotando 39 tantos. Se estrenó de forma oficial el 24 de abril de 1983 en un choque de clasificación para la Copa de África del año siguiente. Zambia jugó ante Sudan en Lusaka en un partido que acabó sin goles. El cuadro zambiano no logró la clasificación para la Copa de África, ni tampoco para los Juegos Olímpicos de Los Ángeles pese a que Bwalya jugó la decisiva eliminatoria ante Egipto.
Su primer gol importante con el equipo nacional se produjo en 1984 con Uganda como rival. Zambia iniciaba el camino para el Mundial de México y tras dejar en la estacada a los ugandeses se vio las caras con Camerún. Los Leones Indomables que venían de participar en el anterior Campeonato también sucumbieron ante el poder de los zambianos que les derrotaron en casa por 4-1. Sin embargo en la tercera y penúltima ronda contra los argelinos el conjunto de los Madjer, Guendouz o Menad se impuso con claridad en ambos encuentros y acabó con el sueño mundialista de Zambia.
El buen nivel de los oranges quedó demostrado también en la Copa CECAFA de 1984 además de en la buena calificación mundialista que completaron. Bwalya lideró a una selección que comandó el grupo A y que en semis derrotó a Kenia por 2-0 y en la final se impuso en los penaltis por 3-0 a Malawi. Dos años más tarde el delantero por fin pudo debutar en una Copa de África. Zambia evitó una ronda tras la retirada de Etiopia pero tuvo que disputar una eliminatoria vital frente a Nigeria. En Lagos hubo empate sin goles pero en la capital zambiana un triunfo por la mínima dio la clasificación a los locales. Ya en el torneo continental quedaron encuadrados con duros adversarios como Camerún, Argelia y Marruecos. El papel realizado por los pupilos de Brightwell Banda fue pobre al sumar un único punto contra los argelinos pero Bwalya dejó su sello en la competición con una diana en la primera jornada ante Camerún. 
El mejor momento hasta la fecha de las Balas de Cobre sucedió en el año 1988. Bwalya sólo participó en la eliminatoria final frente a Ghana pero su olfato de gol fue decisivo para clasificar a Zambia para los Juegos Olímpicos de Seúl. En tierras surcoreanas el equipo dirigido por Alex Chola y con otros enormes jugadores además de Bwalya como su hermano Johnson, David Chabala, Charles Musonda,  doblegó a Guatemala con un doblete del jugador del Círculo de Brujas y empató en el estreno frente a Irak. Sin embargo si hubo una victoria histórica fue la lograda ante Italia. Bwalya destrozó a una defensa transalpina con Tassotti o Ferrara y marcó un hat-trick histórico y confirmó el pase a la siguiente fase. Ya en cuartos el sueño de Zambia se esfumó por la vía rápida al caer aplastados por la Alemania Occidental de Klinsmann o Hässler por 0-4.
La llegada de los años 90 supuso una época de permanencia de Zambia entre los mejores equipos africanos. Sus participaciones en la Copa de África fueron una constante al disputar las ediciones de 1992, 1994, 1996, 1998 y 2000. Pese al accidente del 1993 y la reconstrucción de casi toda la selección el equipo logró reponerse. Únicamente le faltó lograr el billete para un Mundial, siendo la fase de clasificación de 1994 cuando estuvo más cerca de alcanzarlo. Bwalya era la estrella del equipo y en la liguilla de primera ronda consiguió tres dianas muy importantes frente a Tanzania, Namibia y Madagascar. A continuación en la ronda final se retaron con marroquíes y senegalés y se quedaron a un punto del Mundial. El atacante ayudó a la victoria de Zambia en Lusaka contra ambos combinados con un gol en cada partido pero el empate fuera ante Senegal y la derrota en Casablanca les dejó sin el gran sueño.
Por su parte en la competición africana hincaron la rodilla en el grupo inicial en los años 1998 y 2000, en cuartos en 1992 y en semifinales en 1996. Ese año finalmente ocuparon el tercer lugar al vencer por 0-1 a Ghana y Bwalya fue el máximo artillero del torneo con 5 dianas. Pero si hubo un año que estuvieron cerca de coronarse como el mejor equipo de África fue en 1994. Parte de la selección era nueva con Zeddy Saileti, James Phiri, Elijah Litana, Harrison Chongo o John Lungu pero Bwalya era el capitán general de la selección tras lo acaecido el año anterior. En la primera ronda empataron con Sierra Leona y ganaron a Costa de Marfil para ser primeros de grupo. En cuartos se deshicieron de Senegal y en semis barrieron a Mali con el único tanto de Bwalya en el torneo. En la final sin embargo se toparon con una Nigeria potentísima que remontó el gol inicial de Litana en una tarde extraordinaria de Amunike. 
La carrera internacional de Bwalya se extendió hasta el año 2004, cuando jugó sus últimos minutos con la selección que el entrenaba en un choque frente a Angola de la Copa COSAFA. Por entonces era el quinto jugador con más partidos en el equipo zambiano y el tercer máximo goleador tras Chitalu y Alex Chola.

Después de colgar las botas dirigió brevemente al Club Deportivo Marte mexicano y luego fue el elegido por su Federación para tomar las riendas de las Balas de Cobre durante tres años. Estuvo un total de 36 encuentros dirigiendo al equipo nacional y les llevó al título de la Copa COSAFA del 2006 al doblegar consecutivamente a Malawi, Islas Seychelles, Bostwana y Angola.

Ha sido miembro de la FIFA y de la CAF, embajador de la Copa del Mundo de Sudáfrica en 2010 y actualmente ostenta el cargo de presidente de la Federación de Zambia desde el año 2008.

Además desde 2003 tiene su propia fundación en la que ayuda a educar a jóvenes con el virus VIH y el SIDA.

lunes, 16 de noviembre de 2015

Antonín Puč: "El estandarte sešívaní"

Puntal del magnífico Slavia de Praga que dominó el fútbol checoslovaco en los 30 y que también levantó en una ocasión la Copa Mitropa. Con la selección fue el máximo goleador hasta el año 2005 y para la historia dejó una soberana actuación en el Mundial de Italia '34. Nacido el 16 de mayo de 1907 en el barrio de Jinonice de la capital Praga (Checoslovaquia), jugaba habitualmente por la banda izquierda. Futbolista muy veloz, ágil, con gran facilidad para el desborde y hábil en espacios reducidos, tenía un fantástico disparo y un enorme olfato de gol.

Con la zamarra del equipo nacional
Empezó a jugar desde muy temprana edad en las filas del Čechie Smíchov para posteriormente trasladarse al SK Smíchov con 13 años. Allí en el equipo capitalino fue pasando por las diferentes categorías del club hasta llegar a la primera plantilla en 1925 con 18 años.
Apenas había debutado cuando el Slavia de Praga se fijó en él y le incorporó de inmediato. El cuadro červenobílí (rojiblanco) se había proclamado poco antes campeón de la primera Liga del país con la aportación de varios internacionales como Emil Seifert, Jan Vaník, Rudolf Štapl, Josef Silný y Josef Kratochvil. Puč pronto se hizo con un hueco en el once y en 1927 (empatado con Josef Šíma) y 1929 se erigió en máximo artillero de la competición con 13 dianas en ambas campañas.
En una bonita pugna con el Sparta de Praga y el Viktoria Žižkov el conjunto sešívaní encadenó tres Ligas consecutivas (1929, 1930 y 1931) y llegó a la final de la Copa Mitropa en 1929 donde cayó frente al Újpest húngaro (Puč fue el segundo mejor artillero de la competición con cinco tantos).
En 1932 tuvieron que conformarse con el segundo puesto tras el Sparta pero a partir de 1933 y hasta 1935 alcanzaron otro triplete seguido en el torneo de la regularidad. Fueron años de un periodo hegemónico en su país con Puč jugando a veces de delantero centro y Junek, Kopecký, Plánička, Svoboda o Sobotka como principales figuras de un equipo dirigido por Josef Sloup-Štaplík en 1933 y el magiar Kalmán Konrád en 1934 y 1935.
La trayectoria del extremo en el club praguense se prolongó tres temporadas más en las que levantó otra Liga en 1937 para marcharse al verano siguiente después de 13 años, 146 partidos de Liga y 112 goles anotados. Firmó por el FK Viktoria Žižkov en el que jugó hasta 1940 y antes de su retirada regresó al club donde inició su carrera, el SK Smíchov, para colgar las botas con 34 años.


Slavia de Praga 1929
Checoslovaquia 1934















Con la selección checoslovaca disputó 60 encuentros en los que anotó 34 tantos (cifra rebasada por Jan Koller en 2005 cuando era el conjunto de la República Checa). Hizo su debut el 28 de junio de 1926 en un choque ante Yugoslavia en el que vencieron por 2-6 y él firmó el quinto de su equipo. Los siguientes encuentros en que vistió la elástica del equipo nacional fueron amistosos frente a rivales de gran entidad. Checoslovaquia concertó duelos ante Austria, Italia, Hungría o Bélgica en los que salió victorioso. Puč rodeado de buenos futbolistas como Zenisek, Svoboda, Kada, Silný o el arquero Plánička,  marcó frente a los transalpinos, magiares y belgas en Praga o los austriacos.
En 1927 dio comienzo la primera edición de la Copa Internacional de la Europa Central que tuvo como participantes a Italia, Austria, Hungría, Suiza y los checoslovacos. Puč jugó seis de los ocho duelos del torneo y sólo se perdió los enfrentamientos ante Italia. Dejó su impronta de gran eficacia de cara al marco rival y marcó tres goles que ayudaron en los triunfos contra los suizos en Lausana y Praga. Sin embargo la Italia de Pozzo se mostró superior al resto de combinados y se llevó el título con Checoslovaquia en tercer lugar.
Puč disputó varias ediciones más de este torneo pero Checoslovaquia nunca optó con fuerza al triunfo. El extremo tuvo buenas actuaciones ante Italia en 1932, Hungría en 1934 o Suiza en 1937 que le sirvieron para aumentar su registro goleador en la selección y consolidarse como uno de los mejores extremos del mundo futbolístico. El último escalón era confirmarlo en un Mundial y en el de Italia en 1934 rayó a gran altura. En la calificación dejaron en el camino a Polonia que se retiró tras claudicar en la ida en Varsovia por 1-2. En suelo transalpino Puč fue uno de los baluartes del conjunto centroeuropeo que también contaba con Plánička, Svoboda, Burgr, Nejedlý o Košťálek. En la primera ronda los rumanos les dieron guerra y sólo en la segunda mitad remontaron con tantos del extremo zurdo y el interior Nejedlý. A continuación fue la Suiza de Severino Minelli la que hincó la rodilla y en semis le tocó a Alemania en otra gran tarde del goleador Nejedlý y de Puč desequilibrando desde el costado izquierdo. En la final celebrada el 10 de junio se vieron las caras con los anfitriones y su astro Meazza. Al descanso se llegó sin goles y en la segunda parte Puč batió a Combi con un disparo angulado. Cuando Checoslovaquia acariciaba el título apareció Orsi que llevó el choque al tiempo extra donde Schiavio dio la victoria a la azzurra.
Cuatro años más tarde Puč fue incluido a última hora en la lista de Josef Meissner para el Mundial de Francia tras no haber jugado en los partidos de clasificación frente a Bulgaria. No fue de la partida en el estreno frente a los Países Bajos pero si en el duelo de cuartos contra Brasil. Los dos artilleros de cada equipo, Leônidas y Nejedlý cumplieron con su deber y la contienda acabó en tablas. Dos días después en Burdeos se jugó el desempate sin Puč en el once que vio como su país no podía igualar el gran resultado del Mundial anterior. El zurdo de Praga no volvió a jugar nunca más para Checoslovaquia y su carrera internacional acabó en el estadio de Parc Lesure el 12 de junio de 1938.

Además también jugó en una ocasión con la selección de Bohemia y Moravia (protectorado establecido por los nazis a principios de 1939). Fue ante Alemania en Breslau en noviembre de 1939 y consiguió un tanto en la igualada a cuatro goles.

En su vida posterior al césped fue entrenador de dos clubes modestos de su país durante un corto espacio de tiempo. Primero digirió una campaña al SK Nusle (1943-1944) y luego tomó las riendas entre 1945 y 1946 del Čechie Karlín, a los que no pudo salvar del descenso a la categoría de plata del balompié checoslovaco.

Falleció a los 80 años en la capital de su país el 18 de abril de 1988.

miércoles, 11 de noviembre de 2015

Ángel Romano "El rey del Campeonato Sudamericano"

Integrante de la primera gran generación de futbolistas uruguayos de la historia. Fue además la principal estrella de Nacional de Montevideo durante tres lustros, club en el que debutó en la élite y se retiró tras pasar también por CURCC y Boca Juniors. Nacido el 2 de agosto de 1893 en Montevideo, se desempeñaba como delantero aunque llegó a jugar también como defensa, medio y alguna vez de portero. Su posición preferida era la de interior izquierda, puesto en el que creaba jugadas de fantasía, regateaba con habilidad, pasaba con maestría, definía con enorme frialdad y desequilibraba con su gran velocidad. Su apodo futbolístico fue El Loco.

Portada de Estrellas Deportivas
Sus padres se mudaron cuando era pequeño del suburbio de La Mondiola a una casa cerca del estadio de Parque Central, donde jugaba habitualmente Nacional. Es en etapa juvenil cuando entra en el club bolso coincidiendo con su buen amigo de la infancia y posteriormente internacional uruguayo Pascual Somma.
La oportunidad en el primer equipo le llega en 1910 con 17 años recién cumplidos. Debuta frente a Central en casa y cuaja una soberbia actuación con tres dianas. Sin embargo su primera etapa en Nacional acaba poco después tras algunos problemas con dirigentes de la institución y se marcha a CURCC (entidad antepasada de Peñarol).
Allí juega entre 1911 y 1912 y estrena su palmarés con el Campeonato de Primera División que conquistan con enorme solvencia por delante de Montevideo Wanderers y también con la Copa de Honor y la Copa de Honor Cousenier. Al finalizar la campaña aceptó una suculenta oferta de Boca Juniors que acababa de ascender en lo que supone el primer traspaso internacional del continente.
En Boca tiene como compañero a otro uruguayo, Carlos Scarone y a jugadores internacionales argentinos como Abbatángelo, Pedro Calomino o Taggino. En el cuadro xeneize permanece campaña y media y disputa 25 partidos en los que anota 7 goles. Hace su estreno frente a Argentino (Rosario) en la Copa de Honor con un tanto en la segunda mitad y realiza su mejor partido en un choque liguero ante Estudiantil Porteño en octubre de 1913 donde firma un doblete.
Es en 1915 cuando retorna a Nacional para establecerse de forma definitiva. En la siguiente década él, junto a otros grandes baluartes del plantel como Pablo Dacal, Alfredo Foglino, Santos Urdinarán, los hermanos Scarone, Carlos y Héctor, Alfredo Zibechi, su amigo Pascual Somma, Andrés Mazali o Pedro Petrone consiguen una fantástica hegemonía en el fútbol charrúa que se transforma en numerosos trofeos. Logran ocho Campeonatos de Liga en los años 1915, 1916, 1917, 1919, 1920, 1922, 1923 y 1924 donde equipos como Peñarol, Universal, Montevideo Wanderers o Rampla Juniors apenas pueden hacerles frente. Además también alzan en varias ocasiones la Copa Competencia y la Copa de Honor. 
La popularidad del club tricolor traspasó fronteras y en 1925 realizó una larga y exitosa gira por Europa. A Romano que ya portaba su inconfundible boina blanca debido a la pérdida de cabello, le acompañaron sus compatriotas Andrade, Héctor Castro, Héctor Scarone, Cea, Nasazzi o Petrone en una expedición por nueve países que dura 153 días. Disputan un total de 38 partidos con lo más granado del viejo continente entre los que se encuentran equipos como el F.C. Barcelona, el Genoa, el Sporting de Lisboa o el Sparta de Praga y los equipos nacionales de Bélgica, Francia, Austria o Suiza. La gira es un éxito y alcanzan un total de 26 triunfos con únicamente cinco derrotas (el Europa en dos ocasiones y una selección catalana en España, el Sparta de Praga y la selección belga), pese a que Romano no está muy acertado de cara a puerta y sólo suma un gol.
A su regreso a casa sin embargo en la competición doméstica las cosas no salen como esperaban y quedan lejos de los puestos de cabeza. Unos meses más tarde, entre marzo y julio de 1927, emprenden una nueva aventura aunque esta vez por Norteamérica. Pasan por Estados Unidos, México y Cuba y juegan 21 choques con 15 victorias, dos empates y cuatro derrotas ante Newark y dos selecciones de Boston y Chicago y la Juventud Austriana de Cuba.
El Loco continúa enfundándose la camiseta de Nacional hasta 1930 cuando toma la decisión de retirarse con 37 años. Para la historia deja un bagaje de 388 encuentros y 164 tantos que le convierten actualmente en uno de los mejores artilleros de la historia del club junto a Atilio Garcia, Héctor Scarone o Julio César Morales.

Uruguay 1917

Nacional 1927


Con la selección uruguaya fue internacional en 69 ocasiones (cifra vigente hasta 1985 cuando Rodolfo Rodríguez consiguió 70), todo un récord para una época sin tantos encuentros entre equipos nacionales. Marcó un total de 28 goles lo que le permitió ser el máximo artillero de 'La Celeste' durante año y medio hasta que Scarone le sobrepasó durante los Juegos Olímpicos de 1928. Hoy en día aún conserva la cuarta plaza de ese ránking en el que Suárez ocupa el primer lugar y Forlán el segundo.
En sus 16 años vistiendo la zamarra charrúa coleccionó innumerables títulos entre los que destacan seis Campeonatos Sudamericanos (es el jugador con más triunfos), el oro olímpico en los Juegos de 1924 o cinco Copas Lipton. Debutó precisamente en este torneo, en la edición del año 1911 ante Argentina a quien se impusieron en Buenos Aires por 0-2 con un gol suyo en la segunda mitad. Desde entonces hasta 1916 todos sus partidos con Uruguay fueron ante la albiceleste. En estos encuentros logró tres tantos más para su estadística pero si hay uno importante fue el logrado en agosto de 1912 en la victoria por 3-0 que les dio la Copa Premio Honor Uruguayo.
En 1916 se celebró por primera vez el Campeonato Sudamericano y Romano estuvo en la convocatoria de Alfredo Foglino. Titular en los dos primeros partidos ante Chile y Brasil que solventaron sin problemas, se perdió el choque que decidió el trofeo frente a Argentina. Un partido que tuvo que suspenderse a los cinco minutos y se continuó al día siguiente en el estadio de Racing. Tras los 90 minutos el marcador no se movió y Uruguay se hizo con el histórico titulo en un plantel donde además de El Loco se encontraban Gradín, Piendibene, Saporiti o Somma.
Un año más tarde el Campeonato Sudamericano se volvió a disputar, esta vez en casa. Unos meses antes Romano además fue clave en la consecución de la Copa Newton por parte de La Celeste al doblegar por la mínima a Argentina en el Parque Central. La racha le duró también en el gran torneo donde jugó todos los partidos y se proclamó máximo goleador. Uruguay aplastó a chilenos y brasileños por 4-0 con sendos dobletes de El Loco y en el Parque Pereira con 40.000 hinchas apasionados en las gradas venció a Argentina y retuvo el título.
La siguiente participación de Romano en un Campeonato Sudamericano fue en 1919. Sin embargo en esta ocasión los uruguayos no pudieron alzar el trofeo por tercera vez. En el partido clave los anfitriones Brasil y Uruguay empataron a dos en Laranjeiras y hubo que jugarse un desempate tres días más tarde. En este duelo Romano si salió en el once de Severino Castillo pero un gol del fantástico Friedenreich les hizo hincar la rodilla.
La revancha no tardó en consumarse y en 1920 volvió a verse la mejor cara de Romano. Por segunda y última vez se erigió como mejor goleador de la competición y ayudó a Uruguay a conquistar su cuarto Campeonato Sudamericano. Pese a tropezar con la albiceleste en la primera jornada, en la segunda apabullaron a Brasil con dos goles del delantero de Nacional. En el tercer partido en Viña del Mar Romano abrió el triunfo frente a los locales de una contienda que finalizó con resultado de 1-2.
En los dos años siguientes se abrió una pequeña sequía de títulos y La Celeste se conformó con la tercera posición en los torneos de 1921 y 1922. El Loco que completó una gran actuación frente a Brasil en 1921 con dos dianas no pudo anotar en 1922 pese a que estuvo en la alineación inicial en los cuatro encuentros. Uruguay recuperó la senda de los éxitos en 1923 con una victoria a lo grande en su territorio al lograr pleno de triunfos, pero Romano que integraba la lista del técnico De Lucca no contó con minutos a lo largo de la competición.
El año 1924 fue uno de los más importantes de la carrera de Romano y también de la selección uruguaya. En mayo viajaron a París para competir en los Juegos Olímpicos. En el plantel además de El Loco figuraban leyendas del país como Andrés Mazali, José Nasazzi, Leandro Andrade, Pedro Cea, Héctor Scarone o Pedro Petrone. Indiscutible para Figoli Romano fue un fijo y colaboró con tres dianas para colgarse la medalla de oro. En las dos primeras rondas los charrúas avasallaron a yugoslavos y estadounidenses para retarse en cuartos con los anfitriones. La Francia de Nicolas o Dubly no fue rival y tras ganar por 1-5 en Colombes pasaron a semis. Allí los Países Bajos les pusieron en aprietos pero con un tanto de Scarone alcanzaron la final. Suiza tampoco fue un duro adversario y con goles de Petrone, Cea y Romano conquistaron la presea dorada. 
Apenas tres meses después la columna vertebral recibió en suelo charrúa a los mejores equipos de Sudamérica. Chile y Paraguay fueron los que primero sucumbieron, en dos partidos en los que Romano logró un tanto en cada uno, y en la última jornada el empate sin goles ante la albiceleste les permitió completar un magnifico doblete olímpico y sudamericano. El último gran servicio del futbolista bolso al equipo nacional se produjo en 1926, en un nuevo Campeonato Sudamericano que logró Uruguay. Suplente en los dos primeros triunfos frente a Chile y Argentina recuperó la titularidad para jugar ante Bolivia, donde ganaron por 6-0 con una diana que llevó su nombre y Paraguay, día en el que confirmaron su triunfo de la competición con un claro 6-1.
Su retirada internacional se produjo el 14 de julio de 1927 con derrota. La albiceleste les derrotó por 0-1 en el Parque Central de Montevideo y se hizo con la Copa Newton de ese año.

Falleció en la madrugada del 22 de agosto de 1972 en la capital charrúa a los 79 años de edad.



lunes, 2 de noviembre de 2015

Antonio Carbajal "La longevidad y la alegría en la meta mexicana"

Uno de los mejores arqueros de la historia de México y de toda Norteamérica. Posee además el récord de Mundiales disputados con cinco participaciones (1950, 1954, 1958, 1962 y 1966), plusmarca que comparte con el teutón Lothar Matthaus y el italiano Gianluigi Buffon. Nacido el 7 de junio de 1929 en Ciudad de México (México), fue un magnífico guardameta. Maestro de la colocación y de gran sobriedad y seguridad, era muy ágil y espectacular. Además era todo un líder bajo palos y organizaba y mandaba a su zaga con enorme carácter. Se le conoció con los apodos de El Eterno, Cinco Copas (por los Cinco Mundiales) y La Tota, mote puesto por Cantinflas Sánchez, su mejor amigo de la infancia y posteriormente jugador de América al no poder pronunciar Toño y decir Tota.

En plena acción
Su idilio con el fútbol empezó de pequeño cuando jugaba en la calle donde se encontraba la casa y utilizaba la puerta como portería, por si en el caso de que llegase su padre le diera tiempo a entrar en el hogar. A su progenitor no le gustaba la idea del balompié y con 13 años obligó a Carbajal a elegir entre el fútbol o los estudios. La Tota, un chico siempre muy alegre y jovial no se lo pensó y se marchó de casa.
Poco después firmó por el equipo del barrio, el Oviedo, en el que se encontró a un gran guardameta que le impedía jugar asiduamente. Sin embargo el arquero de nombre José Alfredo Jiménez se retiró del fútbol para dedicarse a la música y dejó el camino despejado a Carbajal. En el Oviedo con el que debutó en Primera permaneció seis años hasta que tras los Juegos Olímpicos se marchó al Real Club España que dio once balones por su traspaso.
Su trayectoria en el club hispanista no se prolongó mucho puesto que la entidad fundada por jóvenes emigrantes españoles desapareció por cuestiones políticas en 1950. Fue en ese instante cuando firmó por Club León donde pasaría a la historia como uno de los mejores futbolistas de la historia de la institución. 
Con los panzas verdes jugó un total de dieciséis temporadas y 364 partidos oficiales. Allí compartió vestuario con Alfonso Montemayor, Sergio Bravo, Alfredo Hernández, Antonio Battaglia, Luis Luna, los argentinos Marcos Aurelio y Martinolli o el magiar afincado en México Jorge Marik y añadió a su palmarés dos Campeonatos de Liga, dos Copas y una Supercopa. El primer título liguero llegó en 1952 cuando León superó a Chivas de Guadalajara, mientras que el segundo se produjo en 1956 tras derrotar a Oro de Jalisco por 4-2 en el partido por el trofeo (en la clasificación habían empatado a 37 puntos). Por su parte las dos Copas se consiguieron tiempo después, una en 1958 después de vencer León en la prórroga por 5-2 a Zacatepec y la segunda en 1967 en el último año de su carrera tras doblegar a Chivas. Al final ese curso colgó los guantes de manera definitiva con 37 años de edad.


México 1958
Club León 1955-1956

















Con la selección azteca fue internacional en 48 ocasiones desde 1950 a 1966. Anteriormente estuvo convocado para los Juegos Olímpicos de Londres en 1948 pero en el único choque del torneo frente a Corea del Sur el titular fue José Luis Quintero. Su debut oficial se produjo en el primer partido del Mundial de Brasil ante los anfitriones y en Maracaná. El seleccionador Octavio Vial confió en sus grandes virtudes pero su estreno no fue el deseado al encajar cuatro goles, dos de ellos de la estrella local Ademir. Continuó bajo palos en los otros dos partidos de la liguilla pero México cayó en ambos contra Yugoslavia y Suiza y tuvo que hacer las maletas.
Dos años más tarde fue convocado para los Juegos Panamericanos celebrados en Kingston donde el Tri realizó un papel muy pobre y a partir de 1953 buscó junto a otras figuras del país como Raúl Cárdenas, Lamadrid, Tomás Balcázar o Naranjo el billete para el Mundial de Suiza. México quedó encuadrado en el grupo 12 de la zona CONCACAF con Haití y Estados Unidos como rivales y logró la clasificación de forma nítida. Cuatro triunfos y un sólo tanto encajado por Carbajal les dieron el pase al gran torneo de selecciones. Allí de nuevo les tocó Brasil junto a Francia y Yugoslavia. En la primera jornada se vieron otra vez las caras con la verde-amarela aunque en esta oportunidad Carbajal fue suplente de Salvador Mota. Los aztecas perdieron por 5-0 y su clasificación se antojaba casi imposible. En el segundo partido Carbajal volvió al once pero no pudo evitar la eliminación de su equipo en Ginebra frente a la Francia de Kopa.
Los siguientes envites de La Tota con el combinado nacional tuvieron lugar tres años más tarde, cuando dio inicio la calificación para el Mundial de Suecia. México que había incorporado entre otros a Chava Reyes, Villegas, Alfredo Hernández o Jesús del Muro volvió a obtener un pasaporte mundialista tras deshacerse muy fácil de estadounidenses y canadienses y vencer en el playoff a Costa Rica. En territorio escandinavo Carbajal fue un fijo para Antonio López Herranza en la fase de grupos. Sin embargo el rendimiento azteca dejó mucho que desear y fueron apeados a las primeras de cambio. Carbajal recibió tres goles de los suecos y cuatro de los húngaros acumulando dos derrotas y únicamente no perdieron frente a Gales con quien firmaron tablas a un tanto.
En 1959 La Tota completó una de sus mejores actuaciones con la zamarra mexicana en un amistoso contra Inglaterra en Ciudad de México. Los 'pross' con Haynes, Greaves, Charlton o Armfield en la alineación sucumbieron por 2-1 con una selección azteca muy competitiva y un Carbajal que repelió con acierto la mayoría de ataques ingleses. Con la llegada de los años 60 y Trelles como entrenador, México empezó una larga fase de clasificación para el Mundial de Chile. El arquero capitalino era un baluarte insustituible en el marco y disputó todos los partidos de calificación. En la primera fase eliminaron a Estados Unidos después de golearles en casa por 3-0. A continuación en la ronda final de su zona comenzaron con derrota en San José frente a Costa Rica pero acabaron liderando el grupo con cinco puntos y sólo dos goles encajados. Con ese liderato accedieron a un playoff en el que su contrincante fue la Paraguay de Aurelio González, legendario futbolista de los años 30. Un gol de Reyes les dio el triunfo en la capital del país y una semana más tarde aguantaron el 0-0 en Asunción para poder ir a Chile.
La suerte en el sorteo les fue esquiva y entraron dentro del grupo de la muerte. Brasil, España y Checoslovaquia fueron sus adversarios en un grupo durísimo. Frente a Brasil en el estreno resistieron hasta la segunda mitad cuando surgieron Zagallo y Pelé. Ante España mantuvieron un buen nivel y sólo una cabalgada de Gento culminada por Peiró les hizo besar la lona. En la última jornada y pese a estar ya eliminados demostraron gran calidad y coraje para imponerse a los centroeuropeos, futuros finalistas, por 3-1 en Viña del Mar.
Los últimos servicios de Carbajal al Tri transcurrieron entre 1965 y 1966. En la primera ronda de clasificación fue titular en los encuentros ante Honduras y Estados Unidos que le dieron el pase a la fase final. Sin embargo ante Costa Rica y Jamaica Calderón ocupó la puerta de la selección y Carbajal no dispuso de oportunidades. México sumó tres victorias y un empate y por quinta vez consecutiva alcanzaba el Mundial. La Tota aterrizó en Inglaterra con 37 años y siendo el suplente del Cuate Calderón. México logró un esperanzador empate ante Francia en la primera jornada pero perdió ante los anfitriones ingleses por 2-0. En la última jornada necesitaban un milagro para conseguir pasar de fase y ante Uruguay el técnico Ignacio Trelles le dio a Carbajal la ocasión de despedirse de los Mundiales. En Wembley aztecas y charrúas empataron a cero y el mítico portero mexicano dijo adiós al equipo nacional tras una trayectoria extraordinaria.
Después de su carrera deportiva ejerció como entrenador en la década de los 70, 80 y los 90, llegando a dirigir entre otros a Club León con el que alzó dos Copas en 1971 y 1972, Unión de Curtidores, Morelia o Atletas Campesinos al que ascendió a Primera. Con Morelia además instauró el récord de más partidos dirigidos en la máxima categoría del fútbol azteca.

En el año 2001 la IFFHS le eligió como mejor guardameta de la CONCACAF en el pasado siglo XX.

En los últimos años ha regentado su negocio de vidriería en León, ciudad en la que reside.